En los últimos años, la palabra Startup se ha puesto de moda. Y es que Startup se ha denominado a aquellos proyectos que se emprenden desde cero, en la mayoría de ocasiones, por sectores emergentes y cercanos a Internet.
La principal característica de una startup es que en un inicio no se dispone de una inversión económica elevada, pero eso si, se trata de un negocio innovador que debe acabar de perfilarse y desarrollarse.
En cualquier caso, y al tratarse de un proyecto económico y empresarial, dispone y genera las mismas obligaciones y responsabilidades que cualquier Autónomo o Empresa: tributar y dar riendas ante la Agencia Tributaria y la Seguridad Social.
¿Cómo crear una Startup?
Por todo ello, es prioritario e importante decidir como será el procedimiento de creación de una Startup. Es decir, ¿Cuál es la figura jurídica que más se adapta a la creación del nuevo proyecto?.
Así pues, debes conocer las características, condiciones y costes en cada una de las opciones jurídicas para crear una Startup.
Ante la decisión, es importante tener en cuenta ciertos aspectos:
-La responsabilidad frente a terceros (Clientes, Proveedores y Administración).
-Las necesidades de gestión
-Los costes de creación y de tributación
Principales formas jurídicas para crear una Startup
Existen una infinidad de posibilidades jurídicas para crear un negocio. No obstante, en la mayoría de casos suelen decidirse entre las dos siguientes:
–Alta como Autónomo y tributar por el IRPF
Ten en cuenta que ninguna forma jurídica es eterna. En el momento que desees, puedes dar el salto de ser Autónomo hacía una Sociedad Mercantil.
¡Veamos los dos casos!
-Alta como Autónomo y tributar por el IRPF
Ante esta forma jurídica, se actúa en nombre propio, mediante persona física. Comúnmente conocido como Autónomo.
Las Ventajas de ser Autónomo
Existe una simplificación y menor coste en la gestión del negocio (La contabilidad es menor y más simple). Eso si, dependiendo del régimen de estimación al cual te quieras acoger.
Lo más recomendable para un Autónomo es acogerse a la Estimación directa simplificada.
Otra de las ventajas es que si cumples con los requisitos, puedas aprovecharte de la tarifa plana de 50€ en la cuota de Autónomo durante el primer año del negocio.
Finalmente, destacar que las obligaciones fiscales son sencillas (siempre y cuando se lleve una correcta organización de la documentación del negocio) ante la Agencia Tributaria, siendo los impuestos principales:
-IVA (Con el modelo 303)
-IRPF (Con el modelo 130) o realizando retenciones de IRPF en las Facturas.
Las Desventajas de ser Autónomo
La principal desventaja en un Autónomo es que no existe limitación en la responsabilidad. Es decir, un Autónomo siempre responde ante obligaciones y deudas con todo su patrimonio personal. ¡Presentes y futuros!
Es decir, no solo responde con lo aportado en el negocio, sino con cualquier otro bien o derecho que tenga a titulo particular.
Otra desventaja está en la carga tributaria. Es decir, en los impuestos aplicados a nuestros beneficios.
El Autónomo tributa mediante IRPF. Y este impuesto es progresivo. Por lo tanto, a mayores beneficios, mayor tributación deberá realizarse.
Un dato, si tus beneficios anuales son mayores a 60.000€, la carga tributaria asciende hasta el 45%.
-Alta como Sociedad Mercantil
Si el negocio se quiere crear como Sociedad Mercantil (generalmente por vía de una Sociedad Limitada), el titular de las operaciones que se realicen son la propia empresa, y no los socios.
Así pues, quien debe responder ante obligaciones fiscales y tributarias es la propia empresa.
Ventajas de la Sociedad Mercantil
Tal como hemos comentado, la principal ventaja es la limitación de la responsabilidad de los socios de la sociedad. Posibles deudas y reclamaciones que aparezcan en la Empresa serán respondidas por la sociedad con el patrimonio existente.
Los socios, tan solo responderán por el patrimonio que hubieran aportado.
Por otro lado, las sociedades mercantiles tributan por el Impuesto de Sociedades. Este impuesto, es fijo y actualmente está situado en el 25% (para las empresas de nueva creación, en el 15% durante los dos primeros años).
Por lo tanto, y aunque los beneficios crezcan considerablemente, el impuesto no se incrementará tal y como si se produciría con el impuesto del IRPF.
Desventajas de la Sociedad Mercantil
La principal desventaja se encuentra en sus mayores exigencias en la gestión y contabilidad del negocio. Esto puede conllevar un incremento de los costes.
Para empezar, es de obligatorio cumplimiento realizar una contabilidad de sociedades. O bien dispones de la estructura necesaria en tu negocio, o bien, deberás contratar servicios externos que realicen el trabajo (Asesoría o Gestoría).
Además, al final cada ejercicio económico, deben realizarse unas cuentas anuales que deberán ser presentadas y entregadas.
Como ves, y aunque una Startup sea algo novedoso y moderno, no deja de ser un proyecto empresarial que necesita realizarse mediante una estructura jurídica concreta. De la decisión de la forma jurídica, se trasladarán las obligaciones y responsabilidades en cada una de ellas.
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