Como en muchas ocasiones hemos comentado, Emprender un proyecto no es tarea fácil. Implica asumir cambios en tu vida, además de realizar mucho trabajo, esfuerzo, constancia y dedicación.
Por ello, al involucrarte en un proyecto personal, muchas facetas de ti se adentrarán por completo en la realización del camino que quieres realizar para conseguir el éxito en tu negocio.
No hace falta mencionar que para conseguir resultados positivos en un nuevo proyecto, hace falta formación, conocimientos, experiencia y capacidades para lograrlo.
Gestionar las emociones como Emprendedor
Sin embargo, al tener cada persona sus propias y diferentes características y emociones, el liderazgo del proyecto y resultados positivos pueden truncarse si no sabemos controlarlas.
Por ello, es importante tener detectadas cuales son tus principales emociones y poder así gestionarlas dentro de tu negocio, evitando trastornos en el entorno profesional que pudieran generar en fracaso.
Sentirte desmotivado, enfadado o triste son emociones y situaciones que si no sabes controlarlas pueden llevar series consecuencias en los inicios de tu proyecto.
Ten en cuenta que nuestra productividad y eficiencia en nuestro lugar de trabajo y como líderes del proyecto, depende en gran medida de nuestra salud emocional.
¿Cuáles son las emociones que pueden afectar a tu proyecto?
La Estabilidad
Es importante tener siempre un actitud y pensamiento lineal. Si bien es cierto, durante la primera etapa del proyecto, ocurren y aparecen muchos altibajos, debes tener la serenidad y tranquilidad para gestionarlo todo.
Y aún más importante, transmitirla a tu equipo. En ningún caso, parte de tu equipo, o bien Clientes, deben tener constancia de tus conflictos y vaivenes internos.
Cuando consigues estar equilibrado y estable emocionalmente hablando, todo fluye con mejor y mayor naturalidad. Y así se transmite hacía fuera.
Con una estabilidad real, puedes gestionar cualquier tipo de problema o incidencia.
Por el contrario, si no estás centrado, cualquier tipo de incidencia te parecerá el mayor de los problemas.
Gestión del Miedo
Es normal y natural tener miedos. En cualquier aspecto de nuestro vida.
Es normal tener miedo en el ámbito profesional si el proyecto que hemos lanzado conlleva que nuestra vida dependa de él.
No obstante, el miedo puede llegar a ser bueno, ya que nos avisa de los caminos que recorreremos y si realmente son acertados.
Lo más aconsejable es saber gestionar el miedo. Tenerlo siempre cerca, pero que en ningún caso asuma nuestras decisiones.
Es decir, debemos controlar nosotros al miedo, y en ningún caso, que él nos controle.
Ambición
Es importante en la realización de un nuevo proyecto, tener ambición. No obstante, es necesario tenerla en su justa medida.
Si nuestra ambición es desmesurada y descontrolada, es posible que nos incite a tomar decisiones arriesgadas o precipitadas.
Soledad
Seguramente, es uno de los principales problemas que padece un Emprendedor en sus inicios.
A veces, nos sentimos solos y pensamos que nadie a nuestro alrededor nos escucha.
Pues bien: no estás solo. Te comprenden y te entienden, pero como es normal, cada uno tiene su propia vida profesional y personal, con sus propias dificultades.
Tristeza y Euforia
En el largo camino del Emprendimiento, te encontrarás con días de todo tipo. Días en los cuales recibes noticias y feedbacks muy positivos de tu proyecto, conseguirás clientes y cerrar ciertos proyectos.
Sin embargo, también existen los días contrarios. Aquellos días donde tu proyecto no acaba de asentarse y recibes criticas por su utilidad. Durante estos días aparecerán la Tristeza y las preguntas.
Por ello, y ante tanto altibajo de noticias y acontecimientos, es importante tener una estabilidad emocional que te permita tener control ante acontecimientos positivos o negativos.
Para las noticias negativas, que seguramente son las que afecta más, tómatelas como un aprendizaje y punto de mejora de tu proyecto.
Recuerda, el camino del Emprendedor es largo, no pierdas energía en pequeños tramos.
Creer en uno mismo
Es vital y necesario. Debes confiar mucho en ti, mejor dicho, muchísimo. Sin este respaldo propio será complicado que consigas todas las metas que te propones.
Porque este es tu proyecto, tu idea de negocio, tu forma de verlo y tu motivación. Así que debes ser el primero que tenga garantías de éxito y de resultados positivos.
Toma decisiones sin miedo, sabiendo que son las acertadas. Pisa fuerte y con estabilidad.
Nadie más que tú tiene la motivación para luchar por el proyecto.
Y aunque aparezcan miedos por noticias negativas o acontecimientos que no te esperabas, sigue manteniendo la ilusión en el proyecto. Pero es normal, nada es fácil y de los errores se aprender para ser mejores.
Como ves, el Emprendedor, además de luchar con el Mercado, los posibles Clientes y la Competencia, también debe luchar consigo mismo.
El recorrido es largo, y con muchas subidas y bajas. Por ello, tener controladas y trabajadas las emociones permitirán seguir caminando con mayor estabilidad, seguridad y firmeza.